viernes 26 de diciembre de 2025 - Edición Nº6861

Agricultura | 26 dic 2025

Trazabilidad electrónica: Entrará en aplicación el venidero jueves 1 de enero.

11:29 |Se coincide: es una inversión que redundará en mayor eficiencia y rentabilidad del negocio.


Por definición, la trazabilidad ganadera es el sistema que permite hacer un seguimiento individual del animal a lo largo de su ciclo de vida; esto es, desde el nacimiento hasta la comercialización. Cada movimiento, tratamiento sanitario o cambio en la alimentación queda allí registrado. De esta manera no solo se garantiza el cumplimiento de normativas sanitarias y de calidad, sino que se proporciona información valiosa para mejorar la eficiencia de un negocio que, actualmente en la Argentina, luego de muchos años se ha convertido en eso: en un negocio (rentable).

Lo formal es que, por Resolución del Senasa 530/2025, se dispuso que el binomio compuesto por una tarjeta visual y un dispositivo de identificación electrónica —botón, bolo ruminal o transpondedor inyectable— será de uso obligatorio para bovinos, bubalinos y cérvidos a partir de venidero jueves 1 de enero de 2026, tal como fue definido en la Resolución 71/2024 y su modificatoria de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Para el caso puntual de los vacunos, los ganaderos deberán identificar a todos los terneros/as al momento del destete, o antes de su primer movimiento.

La normativa para la caravana electrónica establece, además, la implementación obligatoria de un microchip para los productores de equinos, tanto en el marco del Registro Nacional Individual de Équidos (Renie) como ante la realización de tareas sanitarias o tratamientos veterinarios farmacológicos que así lo requieran (de acuerdo a la normativa vigente).

Planteado así, no son pocos los desafíos —léase inquietudes, incertidumbre, reclamos y demás— que tiene el ganadero por delante. En tal sentido, una lectura la aporta Álvaro Oscar Figueras, líder de equipo de Control de Gestión de Albor: “En realidad, el verdadero desafío no es la caravana, sino cómo vas a manejar la información de tu hacienda para que este cambio juegue a tu favor y no en contra”.

Viendo el tema a partir de una (eventual) crisis a una oportunidad (que también responde a la exigencia de los mercados internos y externos), está claro que ningún productor se ha opuesto a su implementación, ya que permite:

—Conocer los costos reales de producción y los márgenes de rentabilidad.

—Llevar un control detallado del stock de hacienda y sus movimientos.

—Evaluar la valorización del capital de hacienda en tiempo real.

—Mejorar la gestión sanitaria y los tratamientos por caravana.

—Tomar decisiones estratégicas basadas en información confiable.

 

 

Más allá de esta herramienta, está comprobado que implementar un sistema de gestión con identificación individual también posibilita:

—Reducir pérdidas por enfermedad (entre un 5 y un 10 %).

—Aumentar la tasa de destete (desde el 2 hasta el 8 %.

—Mejorar la eficiencia de alimentación (en hasta un 15 %).

—Disminuir costos por errores operativos (entre un 10 y un 20 %).

—Aumentar el valor de venta del ganado (en hasta el 10 %) en razón mejores controles y certificación de calidad.

También se muestra con claridad que invertir en tecnología y en capacitación conlleva a menos errores de stock; mejor orden en sanidad y más confianza en los datos para decidir.

“Lo que complica no es la caravana, sino todo lo que viene atrás, ya que se requiere de más carga de datos, implica temor a equivocarse, que después nada cierre y el doble trabajo cuando los sistemas no se conectan, porque si no se define qué datos cargar, quién y dónde, la trazabilidad se vuelve un lío”, admite Figueras.

 

 

“En ese sentido, la manga pasa a ser el lugar crítico: si ahí no se registra bien, después es corregir y perseguir errores. Como con trazabilidad individual un error puede arrastrar a todo el sistema, hacen falta reglas claras: qué categorías identificar y qué eventos registrar”, insiste.

¿Cuál es la gran oportunidad desde el lado del productor ganadero? Que una gestión basada en datos confiables puede marcar la diferencia entre un negocio rentable y otro que no lo sea (o que sobrevive a duras penas).

La medida obligatoria, que ya se ha implementado en la mayoría de los países productores del mundo —en Uruguay se completó en 2011—, pasará a ser una anécdota con el correr de los meses y entonces ya nadie planteará las cuestiones que, en esta coyuntura, pesan a la hora de cambiar una manera tradicional de hacer ganadería en el país.

fuente: lanueva

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