sábado 23 de agosto de 2025 - Edición Nº6736

Ganadería | 22 ago 2025

Barro: el enemigo silencioso de los feetlots

Agua de calidad, sombra y cobertura de suelo para mejorar la producción ganadera


En la producción ganadera, a menudo se buscan soluciones complejas para problemas que, en realidad, tienen una respuesta sencilla. Así lo explicó la médica veterinaria Ayelén Chiarle en la jornada de capacitación organizada por La Cesira Vet. 

Chiarle, especialista en Bioter Nutrición Animal, señaló que las mejoras pueden venir de la mano de prácticas tan simples como proveer sombra y un correcto manejo del barro. El barro es uno de los peores enemigos en los feedlots, es un factor que eleva los costos de mantenimiento y empeora la eficiencia de conversión.

La especialista, sostiene que el barro no solo dificulta el acceso de los bovinos al comedero, sino que también afecta su bienestar general. “El bovino ya de por sí no es un animal atlético y aparte acá estamos trabajando con animales obesos, entonces les cuesta mucho lo que es la locomoción”, señaló.

 

Más allá del movimiento, la especialista destacó que los animales evitan echarse en el barro, lo que afecta directamente su descanso y, por ende, su producción. Además, el barro adherido al pelaje interfiere con la termorregulación, volviéndolos más vulnerables a las temperaturas extremas.

Otro punto crucial es el manejo del calor. Aunque las sombras naturales son “lo mejor que puede haber”, cuando no están disponibles, Chiale aconseja instalar sombras artificiales.

Sin embargo, no hay que quedarse solo ahí. El suelo también juega un papel fundamental, ya que refleja las radiaciones solares. La veterinaria propuso la utilización de camas de rollo o fardo para cubrir el suelo y regar el piso:  “No es nada complicado, esos rollos que quedan tirados, que se enmohecen, que están medio feos, un rollo barato, se desparrama sobre el corral”.

También hizo hincapié en un aspecto a menudo pasado por alto: la calidad del agua. Aunque limpiar los bebederos pueda parecer “una pavada”, es un factor crítico. La limpieza es fundamental, al igual que la accesibilidad del agua, y que el bebedero no se ubique cerca del comedero para evitar que los animales lo contaminen. “Un animal que me toma menos agua es un animal que me come menos después”, advirtió. 

Por último, recomendó considerar la instalación de sombras sobre los bebederos, ya que el agua más caliente de 23 grados puede reducir la ingesta del animal.

La mejora en el bienestar animal se traduce directamente en beneficios económicos ya que se demora menos días en llegar al peso de faena, explicó la especialista.

Se vuelven a retomar estos temas porque el problema está, concluyó Chiarle, “pasa que como los animales viven, se acostumbran… y en general no medimos tanto lo que es feedlot, seguimos así”. Pero cuando se empieza a hilar más fino es evidente que con pequeñas mejoras obtenemos muy buenos beneficios.

fuente: valoragroagregado

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