

La desregulación de requisitos para importar productos veterinarios, con un listado de países con marcos regulatorios equivalentes, que este lunes el Gobierno amplió a Brasil y Paraguay, generó diversas evaluaciones de referentes y empresas del sector.
La medida alcanza a medicamentos, kits de diagnóstico, vacunas y productos biológicos destinados a uso veterinario, entre los que se destaca la vacuna contra la aftosa, según el impacto en precio que esperan desde el Gobierno, para lo cual habilitó importaciones también desde Uruguay, Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y Reino Unido, entre otros.
“La agilización de autorizaciones y la ampliación de la oferta podrían contribuir a mejorar la competitividad de los precios en el mercado local”, indicaron.
Al respecto, el médico veterinario Bernardo Cané, ex presidente de Senasa y referente de estos temas en la Argentina, opinó ante Clarín que las medidas del Gobierno en este sentido van en sentido positivo “porque no se justificaba exigir 4 cepas en la vacuna ni tampoco no aceptar la competencia de otros laboratorios”.
Bernardo Cané, ex presidente de Senasa y productor agropecuario en Buenos Aires y en Formosa.
El especialista contextualizó con la disyuntiva entre vacunar o no, que cree impertinente “porque hacerlo implica brindar protección, seguridad y beneficios de política pública, sin ninguna motivación a dejar de hacerlo para ganar mercados. Al contrario, vemos diversas situaciones en el mundo de sacrificios de animales por problemas santiarios”.
Respecto de la recomendación de la Comisión de Defensa de la Competencia, a la Secretaría de Agricultura, para avanzar sobre la desregulación, Cané interpretó que fue un “serio llamado de atención, explícito, aunque no mandatorio”, en pos de “reglamentaciones según normas internacionales”.
En cambio, fuentes allegadas a Biogénesis Bagó, el principal proveedor actual, evaluaron que la resolución de este lunes “facilita con trámites abreviados de máximo 30 días para el registro automático de todo lo que sea importado en la industria farmacéutica veterinaria, y sin reciprocidad para la industria argentina, lo cual será una muerte segura para muchas empresas nacionales, y un desincentivo total a las inversiones de esta industria en Argentina”.
Afirmaron que las resoluciones van “por el camino opuesto a la institucionalidad que, para un inversor y para una empresa, son tanto más importantes que la inflación o las variables macroeconómicas". Y subrayaron que “es clave tener reglas de juego claras, certidumbre con respecto a los escenarios políticos en curso, la transparencia, la ética y la libre empresa”.
Consideran que “además que no hay reciprocidad, no hay antecedentes de esto que se puedan citar. En principio eran los países del Anexo 1 que son USA, Canadá, Europa, Japón, Australia; pero hoy incorporaron Mercosur. Es decir que los productos de Paraguay, Uruguay y Brasil podrán ser registrados en Argentina de forma exprés, cuando los laboratorios argentinos tendrán que seguir recorriendo tanto en este país como en cualquiera de esos países, los procesos de registro normales que demandan 3 a 7 o hasta 10 años”.
Sin embargo, otra de las empresas del sector, CDV, le hio un guiño al Gobierno. “Celebramos la libre competencia, en igualdad de condiciones tanto técnicas, regulatorias, como impositivas”, expresó Fernando Matticoli, director Comercial de Laboratorio CDV.
Fernando Matticoli, director comercial de Labotario CDV.
Pero advirtió: “Es fundamental que el Gobierno negocie acuerdos comerciales que garanticen la reciprocidad en la apertura de mercados, tanto para importar como para exportar. En nuestro caso, enfrentamos complejos procesos para el registro de productos, que demandan de 8 a 10 años“.
fuente: clarinrural